Las marcas del liderazgo ejemplar de Wesley
Basado en el liderazgo de Jesús
Odilón Massolar Chaves
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Derechos
de autor © 2025, Odilon Massolar Chaves
Todos los derechos reservados al autor.
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Artículo 184 del Código Penal y Ley 96710 del 19 de febrero de 1998.
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¡Toda la
gloria a Dios!
Odilon Massolar Chaves es un pastor metodista jubilado, con un doctorado
en Teología e Historia de la Universidad Metodista de São Paulo.
Está casado con RoseMary. Tiene dos hijas: Liliana y Luciana.
Su tesis versó sobre el renacimiento metodista en Inglaterra en el siglo
XVIII y su aporte como paradigma para nuestros días.
Fue editor del periódico oficial metodista y coordinador del Curso de
Teología.
Declaración
de derechos de autor: Estos archivos son de dominio público y se derivan de una
edición electrónica que está disponible en el sitio web de la Biblioteca Etérea
de Clásicos Cristianos.
Río de Janeiro – Brasil
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Índice
· Introducción
· Lo más destacado de los capítulos del libro
· El líder muestra claramente el objetivo a
alcanzar
· El líder prioriza los asuntos espirituales
· El líder tiene autoridad
· El líder está preparado para vencer las
tentaciones y las adversidades
· El líder guía y empodera a los subordinados
· El líder piensa en el bienestar de los
subordinados
· El liderazgo del líder es compartido
· El líder está abierto a nuevas situaciones y quiere que los subordinados se desarrollen
· El líder da el ejemplo
· El líder ve más allá y es franco con los
subordinados
· El líder es resiliente
· El líder es impulsado por la compasión
· El líder tiene intimidad con el Padre
·
El líder usa
la sabiduría en asuntos difíciles
· El líder valora y da confianza a los
subordinados
· El líder prepara al liderazgo para que la
misión continúe
· El liderazgo del líder es de servicio
·
El líder tiene un carácter incuestionable
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Introducción
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"Las Marcas del Liderazgo Ejemplar de
Wesley" es un libro de 46 páginas sobre el liderazgo de Wesley basado en
el liderazgo de Jesús.
Wesley es admirado y reconocido como un gran líder
por varias iglesias evangélicas.
En el sitio web de la Iglesia Anglicana de Brasil
está escrito: "John Wesley, uno de los líderes religiosos más importantes
en la historia de Inglaterra".[1]
En un artículo publicado en la Adventist Theology Review, se escribe: "John Wesley como ejemplo de liderazgo para los pastores adventistas del siglo XXI".[2] "La vida y el ministerio de John Wesley es un ejemplo que debe ser adoptado como modelo de liderazgo por los pastores adventistas de hoy para lograr eficiencia en la predicación del evangelio". [3]
En este libro, abordamos 18 temas sobre el comportamiento de Jesús y Wesley en la práctica del liderazgo.
Un estudio que puede ser útil para ser enseñado sobre el liderazgo
bíblico y efectivo.
El Autor
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Lo más destacado de los capítulos del libro
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El líder muestra claramente el objetivo a alcanzar
Reformar la nación, particularmente la Iglesia, y
difundir la santidad bíblica por toda la tierra
El líder prioriza los asuntos espirituales
No tienes nada que hacer más que salvar almas
El líder tiene autoridad
Wesley se dio cuenta de la gravedad de la situación y de la violencia que
iba en aumento, descendió a la más tosca de ellas y tomó de la mano al líder de
la multitud. quien inmediatamente dijo: "Señor, te veré seguro en casa.
Señor, nadie te tocará. Señores, levántense: devuelvan. Derribaré al primer
hombre que lo toque"
El líder está preparado para vencer las tentaciones y las adversidades
"Caballeros, ¿alguno de ustedes tiene algo que decirme? ¡Yo soy
John Wesley!" Uno de ellos parecía extremadamente enojado, supongo, porque
dijo: "Yo soy John Wesley". Y no sé cómo me hubiera ido después de
una declaración tan valiente".
El líder guía y empodera a los subordinados
"1.
Ten cuidado. No pase más tiempo en ningún lugar del estrictamente necesario.
2. Sé
serio. Que su lema sea: "Santidad al Señor". Evite todas las bromas y
charlas tontas.
3. Habla
con moderación y cautela con las mujeres. Sobre todo con las mujeres jóvenes.
El líder piensa en el bienestar de los subordinados
En la Conferencia Anual de 1765 se aprobó el
"Fondo para Predicadores" en beneficio de los predicadores
"cansados", sus viudas e hijos
El liderazgo del líder es compartido
"La Conferencia
tenía tres cuestiones en su orden del día:
1. ¿Qué enseñar?
2. ¿Cómo enseñar?
3. ¿Cómo regular la doctrina, la disciplina y la práctica?"
El líder está abierto a nuevas situaciones y quiere que los subordinados
se desarrollen
Es muy claro para mí la extraordinaria dispensación de su providencia.
Por lo tanto, no es de extrañar que en él sucedan algunas cosas que no encajan
en las reglas ordinarias de disciplina
El líder da el ejemplo
El
sábado 1 de junio de 1782, "pasé un poco de tiempo con cuarenta niños pobres,
a quienes lady Maxwell mantiene en la escuela", dijo Wesley
El líder ve más allá y es franco con los subordinados
"Dame cien predicadores que no teman nada más
que al pecado y no deseen nada más que a Dios, y no me importa un ápice si son clérigos
o laicos, solo ellos sacudirán las puertas del infierno y establecerán el reino
de los cielos en la tierra".
El líder es resiliente
Por la tarde fui a Redruth y prediqué a una
gran congregación en una parte abierta de la calle. Mi voz era baja, pero con
el día en calma, creo que todos podían escucharme. Cuando terminó la
predicación, me sentí considerablemente más fuerte que cuando había comenzado.
El líder es impulsado por la compasión
"Alrededor de mil cien de ellos, se nos dice,
estaban confinados en ese pequeño lugar, sin nada que depositar, excepto un
poco de paja sucia, o cualquier cosa que los cubriera, excepto unos pocos
trapos finos y sucios, de día o de noche, de modo que murieron como ovejas
podridas".[4]
"Me conmovió mucho,
y prediqué por la noche (Éxodo 23:9): 'No oprimirás al extranjero, porque
conoces el corazón del extranjero, ya que fuisteis extranjeros en la tierra de
Egipto'". [5]
"Compramos telas de lino y lana, que se
convirtieron en camisas, chalecos y pantalones cortos"
El líder tiene intimidad con el Padre
Wesley "se
levantaba a las 4 a.m. todos los días para buscar a Dios durante las primeras
cuatro horas del día. En sus últimos años, Wesley era conocido por pasar hasta
8 horas en oración
El líder usa la sabiduría en
asuntos difíciles
Una multitud de personas se reunió a las cinco y
estuvo muy callada hasta que nombré mi texto". [6]
Entonces hubo una reacción de algunas personas en
contra de la predicación de Wesley.
"Las bestias del pueblo alzaron sus voces, alucinando y gritando
por todos lados",[7]
dijo Wesley.
No fue posible atrapar este ambiente hostil. Wesley dijo:
"Encontrando imposible ser escuchado, me di la vuelta gentilmente. Un
séquito innumerable me siguió; Pero solo se lanzaron algunas piedras de
guijarros y nadie resultó herido
El líder valora y da confianza a los subordinados
El caballero Sir Robert Peel era muy aficionado a los metodistas y frecuentaba las capillas. Una vez invitó a Wesley a desayunar con él durante una conferencia en Lancashire. "Wesley prometió hacerlo con la condición de que pudiera llevar a algunos de sus hijos con él. A la hora señalada, se presentó acompañado de treinta y seis de sus predicadores itinerantes".
El líder prepara al liderazgo para que la misión continúe
En 1784, Wesley hizo provisión para el gobierno del
metodismo después de su muerte a través de la Conferencia Anual del Pueblo
llamada Metodistas. Nombró a 100 personas y las declaró sus miembros y
estableció el método por el cual sus sucesores debían ser nombrados
El liderazgo del líder es de servicio
En Bristol, el 11 de septiembre de 1789:
"Ruego, por tanto, hermanos míos, por el amor de Dios; Por amor a mí, tu
viejo y casi cansado sirviente
El líder tiene un carácter
incuestionable
Tan pronto como me encontré en medio de ellos, pedí una silla y me subí
a ella, preguntando: "¿Qué quiere alguno de ustedes de mí?"
«¡Queremos que vayas con nosotros al juez!», decían algunos, «yo respondí: «Lo
haré de todo corazón», y luego pronuncié algunas palabras que Dios ha aplicado;
Entonces gritaron con fuerza y autoridad: "¡El caballero es un hombre
honrado, y derramaremos nuestra sangre en su defensa!"
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El líder muestra claramente el objetivo a
alcanzar
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Reformar la
nación, particularmente la Iglesia, y difundir la santidad bíblica por toda la
tierra
Jesús: "Y les
dijo: 'Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.
El que creyere y fuere bautizado, será salvo; pero el que no cree, será
condenado" (Marcos 16:15-16).
"Id, pues, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos
en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo;
Enseñándoles a guardar todas las cosas que os he mandado; Y he aquí, yo
estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén" (Mateo
28:19-20).
Wesley: Y Wesley creía que era el metodismo levantado por
Dios para cambiar la situación actual, es decir, para: "Reformar la
nación, particularmente la Iglesia, y difundir la santidad bíblica por toda la
tierra". [8]
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El líder prioriza los asuntos espirituales
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No tienes nada que hacer más que salvar almas
Jesús: "Mas buscad primeramente su reino y su
justicia, y todas estas cosas os serán añadidas" (Mateo 6:33).
Wesley: "No
tienes nada que hacer más que salvar almas. Por lo tanto, gasten y sean
gastados en este trabajo". [9]
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El líder
tiene autoridad
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Wesley se dio cuenta de
la gravedad de la situación y de la violencia que iba en aumento, descendió a
la más tosca de ellas y tomó de la mano al líder de la multitud. quien
inmediatamente dijo: "Señor, te veré seguro en casa. Señor, nadie te
tocará. Señores, levántense: devuelvan. Derribaré al primer hombre que lo
toque"
Jesús: "Cuando
Jesús terminó de pronunciar estas palabras, las multitudes quedaron asombradas
de su enseñanza. Porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no
como maestros de la ley" (Mateo 7:28-29)
Wesley: El sábado 27 de junio de 1747, Wesley predicó a las cuatro y luego habló
severamente a la parte de la sociedad. Escribió: "Hasta ahora solo he
encontrado a una persona entre ellos que conoció el amor de Dios antes de que
viniera mi hermano. No es de extrañar que el diablo estuviera tan callado;
porque sus bienes estaban en paz".[10]
Cuando Wesley fue a dar su segundo sermón,
"como a las seis de la tarde, fui al lugar donde prediqué el año pasado.
Justo antes de que termináramos el himno, llegó el teniente, un hombre famoso,
con su séquito de soldados, tamborileros y multitud. Cuando cesaron los
tambores, un caballero barbero comenzó a hablar, pero su voz fue rápidamente
ahogada por los gritos de la multitud, que se hacían más y más feroces a medida
que aumentaba su número.[11]
Después de esperar unos 15 minutos, Wesley se dio
cuenta de la gravedad de la situación y de que la violencia seguía aumentando,
se acercó al más grosero de ellos y tomó de la mano al líder de la multitud.
quien inmediatamente dijo: "Señor, te veré seguro en casa. Señor, nadie te
tocará. Señores, levántense: devuelvan. Derribaré al primer hombre que lo
toque". Caminamos en gran paz, mi conductor de vez en cuando estiraba el
cuello (era un hombre muy alto) y miraba a su alrededor para ver si alguno se
comportaba groseramente, hasta que llegamos a la puerta del señor Hide. Luego
nos separamos con mucho amor. Me quedé en la calle casi media hora después de
que él se hubiera ido a hablar a la gente, que ahora había olvidado su ira y se
había ido de buen humor".[12]
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El líder está preparado para vencer las
tentaciones y las adversidades
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"Caballeros, ¿alguno de ustedes tiene
algo que decirme? ¡Yo soy John Wesley!" Uno de ellos parecía
extremadamente enojado, supongo, porque dijo: "Yo soy John Wesley". Y
no sé cómo me hubiera ido después de una declaración tan valiente".
Jesús: "Entonces
Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto para ser tentado por el diablo.
Y después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, después tuvo
hambre;
Y el tentador se acercó a él y le dijo: "Si eres el Hijo de Dios,
manda que estas piedras se conviertan en pan".
Pero él respondió, y dijo: "Escrito está: No solo de pan vivirá el
hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.
Entonces el diablo lo llevó a la ciudad santa y lo colocó en el pináculo
del templo.
Y él le dijo: "Si eres el Hijo de Dios, échate de aquí; porque
escrito está: "Que él mandará a sus ángeles sobre ti, y te tomarán en sus
manos, para que no tropieces tu pie con piedra".
Jesús le dijo: "También está escrito: 'No tentarás al Señor tu
Dios'.
De nuevo el diablo lo llevó a un monte muy alto; Y le mostró todos los
reinos del mundo y su gloria.
Y él le dijo: "Todas estas cosas te daré si te postras y me
adoras".
Entonces Jesús le dijo: "Vete, Satanás, porque escrito está: Al
Señor tu Dios adorarás, y a él solo servirás.
Entonces el diablo lo deja; y he aquí que los ángeles vinieron y le
servían" (Mateo 4:1-11).
John Wesley: Wesley informó
en 1744, en Inglaterra: "Tan pronto como llegué al campo de visión de
Tolcarn (en la parroquia de Wendron), donde iba a predicar por la noche, fui
abordado por muchos que venían corriendo, como si fuera por sus vidas, y me
rogaban que no fuera más lejos. Le pregunté: "¿Por qué no?" Y ellos
respondieron: "Los síndicos, los alguaciles y todos los jefes de la
parroquia te esperan en la cima del monte, decididos a arrestarte. Tienen un
mandato especial de los jueces que están en Helstone y permanecerán allí hasta
que te traigan.
Cabalgué directamente hasta la cima de la colina y, al observar a cuatro
o cinco hombres bien vestidos a caballo, me acerqué a ellos y les pregunté:
"Caballeros, ¿alguno de ustedes tiene algo que decirme? ¡Yo soy John
Wesley!" Uno de ellos parecía extremadamente enojado, supongo, porque
dijo: "Yo soy John Wesley". Y no sé cómo me habría ido después de una
declaración tan audaz, excepto que el señor Collins, el ministro de Redruth
(accidentalmente, como él dijo) vino y se me acercó y me dijo que me había conocido
en Oxford.
Mi primer antagonista guardó silencio, y comenzó una disputa de otro
tipo: si esta prédica había servido de algo. Apelé a la cuestión de hecho.
Reconoció (después de muchas palabras): "La gente está bien en este
momento", pero agregó: "Sin duda, dentro de poco tiempo estarán muy
mal, si no peores, que antes". Mientras cabalgaba, uno de los caballeros
dijo: "Señor, me gustaría hablar un poco con usted. Cabalguemos hasta la
puerta". Así lo hicimos, y él dijo: "Señor, te diré la causa de esto.
Todos los caballeros de esas partes han dicho que has estado mucho tiempo en
Francia y España, y que ahora eres enviado aquí por el pretendiente al trono; y
que estas sociedades tienen el propósito de unirse con él". No,
seguramente, "todos los caballeros de esos lados" no mentirían contra
sus propias conciencias. Cabalgué desde allí hasta la casa de un amigo, a unos
kilómetros de distancia, y aprendí que el sueño de un trabajador es dulce.[13]
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El líder guía y empodera a los subordinados
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"1.
Ten cuidado. No pase más tiempo en ningún lugar del estrictamente necesario.
2. Sé
serio. Que su lema sea: "Santidad al Señor". Evite todas las bromas y
charlas tontas.
3. Habla con
moderación y cautela con las mujeres. Sobre todo con las mujeres jóvenes.
Jesús: "Y
cuando Jesús vio a la multitud, subió al monte, se sentó, y sus discípulos se
acercaron a él;
Y abriendo su boca, les enseñaba, diciendo:
Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el reino de
los cielos;
Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados;
Bienaventurados los mansos, porque ellos heredarán la tierra;
Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos
serán saciados;
Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán
misericordia;
Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios;
Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados
hijos de Dios;
Bienaventurados los que sufren persecución por causa de la justicia,
porque de ellos es el reino de los cielos;
Bienaventurados seréis cuando os vituperen y os persigan, y digan
falsamente toda clase de maldad contra vosotros por causa de mí.
Alégrense y alégrense, porque su recompensa es grande en el cielo;
porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros.
Vosotros sois la sal de la tierra; Y si la sal es
insípida, ¿con qué se ha de salar? No sirve para nada más que para arrojarse fuera y ser pisoteado por los
hombres.
Vosotros sois la luz del mundo; Una ciudad que está construida sobre una
colina no se puede ocultar;
No se enciende la lámpara y se pone debajo de un celemín, sino sobre el
candelero, y alumbra a todos los que están en la casa.
Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras
buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos" (Mateo
5:1-16).
Wesley: John Wesley estableció 12 reglas para los predicadores metodistas. Presentamos a continuación un resumen y la idea principal de cada regla:
"1. Ten cuidado. No pase más tiempo en ningún lugar del estrictamente necesario.
2. Sé serio. Que su lema sea: "Santidad al Señor". Evite todas las bromas y charlas tontas.
3. Habla con moderación y cautela con las mujeres. Sobre todo con las mujeres jóvenes.
4. No des un paso hacia el matrimonio sin orar solemnemente a Dios y consultar con tus hermanos.
5. No creas en el daño de nadie; a menos que lo hayas visto hacerlo.
6. No hables mal de nadie; de lo contrario, tu palabra especialmente devoraría como un cáncer. Mantén tus pensamientos dentro de tu propio pecho hasta que llegues a la persona en cuestión.
7. Dile a cada uno lo que piensas que le pasa, amorosa y claramente, tan pronto como puedas; Quita toda la prisa de tirar el fuego de tu pecho.
8. El predicador del Evangelio es servidor de todos.
9. No te avergüences de nada más que del pecado.
10. Sé puntual. Haz todo exactamente a tiempo.
11. No tienes nada que hacer más que salvar almas. Así que gasta y se gasta en este trabajo.
12. Actúa
en todo, no según tu propia voluntad, sino como un niño en el Evangelio. Como tal,
es su parte emplear su tiempo de la manera en que dirigimos; En parte, en la
predicación y las visitas de casa en casa; En parte, en la lectura, la
meditación y la oración (...)".[14]
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El líder piensa en el bienestar de los
subordinados
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En la
Conferencia Anual de 1765 se aprobó el "Fondo para Predicadores" en
beneficio de los predicadores "cansados", sus viudas e hijos
Jesús: "Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni
siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial los alimenta. ¿No
vales tú mucho más que ellos? ¿Y quién de vosotros podrá añadir un codo a
su estatura con todas sus preocupaciones? Y en cuanto a la ropa,
¿por qué eres solícito? Mira los lirios del campo, cómo crecen; No trabajan ni giran. Y yo
os digo que ni aun Salomón en toda su gloria se vistió como ninguno de
ellos. Porque si Dios viste así la hierba del campo, que hoy es y
mañana se echa en el horno, ¿no os
vestirá mucho más a vosotros, hombres de
poca fe? No os inquietéis, diciendo: '¿Qué comeremos, o qué
beberemos, o de qué nos vestiremos?' (Debido a que todos estos cosas
que los gentiles buscan.) Seguramente tu Padre celestial sabe que necesitas
todas estas cosas; Buscad primeramente el reino de Dios y su
justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.
No te preocupes por el mañana, porque el mañana se encargará de sí
mismo. Su mal le basta cada día"
(Mateo 6:26-34).
Wesley: En la Conferencia Anual de 1765 se aprobó el "Fondo para
Predicadores" que beneficiaba a los predicadores "cansados", sus
viudas e hijos.[15]
En la Conferencia Anual de 1778,
Wesley se preocupa por la salud de los predicadores y pregunta por qué tienen
problemas nerviosos. Dio seis consejos prácticos, entre ellos, hacer ejercicios
físicos diarios; acostarse temprano y despertarse temprano, etc.[16]
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El liderazgo del líder es compartido
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"La Conferencia
tenía tres cuestiones en su orden del día:
1. ¿Qué enseñar?
2. ¿Cómo enseñar?
3. ¿Cómo regular la doctrina, la disciplina y
la práctica?"
Jesús: "Y los
setenta volvieron llenos de alegría, diciendo: Señor, hasta los demonios nos
están sujetos por tu nombre.
Y él les dijo: "Vi a Satanás caer del cielo como un
relámpago".
He aquí, yo os doy poder para hollar serpientes y escorpiones, y sobre
todo la fuerza del enemigo, y nada os hará daño" (Lucas 10:17-19).
Wesley: Wesley comentó sobre esta Conferencia: "El lunes 25 de junio de
1744, comenzamos la primera Conferencia, con seis clérigos y todos nuestros
predicadores presentes. A la mañana siguiente consideramos seriamente la
doctrina de la santificación o perfección cristiana".[17]
La primera Conferencia Anual comenzó el 25 de junio de 1744 [18]
y fue un hito en el desarrollo de la doctrina y disciplina wesleyana. Es
una reunión que se lleva a cabo para dirigir el avivamiento y hacer ajustes. La
Conferencia duró una semana. Además de los hermanos Wesley y los predicadores,
estuvieron presentes otros cuatro ministros anglicanos: John Hodges, Henry
Piers, Samuel Taylor y John Meriton.[19]
"La Conferencia
tenía tres cuestiones en su orden del día:
1. ¿Qué enseñar?
2. ¿Cómo enseñar?
3. ¿Cómo regular la doctrina, la disciplina y la práctica?"[20]
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El líder está abierto a nuevas situaciones y
quiere que los subordinados se desarrollen
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Es muy claro para mí la extraordinaria
dispensación de su providencia. Por lo tanto, no es de extrañar que en él
sucedan algunas cosas que no encajan en las reglas ordinarias de disciplina
Jesús: "De
cierto os digo que el que cree en mí también hará las obras que yo he hecho. Él
hará cosas aún más grandes que éstas, porque yo voy al Padre.
Y haré todo lo que me pidáis en mi nombre, para que el Padre sea
glorificado en el Hijo" (Juan 14:12-13).
Wesley: En 1771, Mary
Bosanquet escribió una carta a Wesley diciendo que lo había llamado a predicar
y solicitado consejo. Wesley respondió:
"Londonderry, 13 de junio de 1771.
Mi querida hermana:
Creo que la fuerza de su causa reside en
esto: en la extraordinaria vocación que tienen. Estoy tan seguro de esto,
porque tiene a cada uno de nuestros predicadores laicos; De lo contrario, de
ninguna manera podría aceptar su predicación.
Sin embargo, en casos extraordinarios hizo
algunas excepciones; particularmente en Corinto.
Continúo, mi querida hermana,
Tu amado hermano,
Juan Wesley.
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El líder da el ejemplo
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El
sábado 1 de junio de 1782, "pasé un poco de tiempo con cuarenta niños
pobres, a quienes lady Maxwell mantiene en la escuela", dijo Wesley
Jesús: "Cuando Jesús terminó de lavarles los pies, se
puso su túnica, volvió a la mesa y les preguntó a todos:
—¿Entiendes lo que te acabo de hacer? Tú me llamas Maestro y
Señor, y tienes razón, porque yo lo soy. Si yo, vuestro Señor y Maestro,
os he lavado los pies, vosotros también debéis lavaros los pies los unos a los
otros. Hice esto para servirles de ejemplo. Así que, como yo hice
con vosotros, así también haced los unos con los otros. Les aseguro que
un siervo no es superior a su señor, como un mensajero no es superior al que lo
envió. Si entendéis estas cosas, seréis felices si las hacéis" (Juan
13:12-17).
Wesley: El sábado 1 de junio de 1782, "pasé un poco de
tiempo con cuarenta niños pobres, a quienes lady Maxwell mantiene en la
escuela", dijo We77sley. "Están avanzando rápidamente en la lectura y
la escritura, y aprenden los principios de la religión. Pero observo en todos
ellos el amor por la elegancia. Por muy pobres que sean, deben tener una pieza
de elegancia. Muchos de ellos no tienen un zapato en los pies, pero la chica de
trapo no está exenta de adornos".[21]
Wesley dirigió a sus predicadores a adoptar
algunas actitudes prácticas en relación con la educación de los niños.
John Wesley les dijo a los predicadores
metodistas:
"Donde hay diez niños
en una Sociedad, debemos reunirnos con ellos por lo menos una hora a la semana;
hablar con ellos cada vez que veamos a algunos de ellos en casa; Orad
fervientemente por ellos; Instruya diligentemente y exhorte enérgicamente a todos
los padres en sus propios hogares. Algunos dirán: 'No tengo el don para ello'.
Con regalo o sin don, debes hacerlo, o de lo contrario no estás llamado a ser
un predicador metodista. Haz lo que puedas, hasta que puedas hacerlo como lo
harías. Reza fervientemente por el don y utiliza toda la ayuda que Dios ha
puesto en tu camino para lograrlos. Predicar expresamente sobre la educación de
los niños al hacer la Colecta para la Escuela Kingswood.[22]
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El líder ve más allá y es franco con los
subordinados
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"Dame
cien predicadores que no teman nada más que al pecado y no deseen nada más que
a Dios, y no me importa un ápice si son clérigos o laicos, solo ellos sacudirán
las puertas del infierno y establecerán el reino de los cielos en la
tierra".
Jesús: "He aquí, yo os envío como ovejas en medio de
lobos; Sed, pues, sabios como serpientes y sencillos como palomas. 1 Pero cuídense de los
hombres, porque ellos los entregarán a los concilios y los azotarán en sus
sinagogas, y hasta serán llevados ante gobernadores y reyes por causa de mí,
para que les sirva de testimonio
a ellos y a los gentiles. Pero cuando os entreguen, no os preocupéis
de cómo ni de qué hablaréis, porque en aquella misma hora se os servirá
lo que habéis de decir" (Mateo 10:16-19).
Wesley: Wesley le dijo una vez a Alexander Mather:
"Ser un predicador metodista no es el camino para la comodidad, el honor,
el placer o la ganancia. Es una vida de trabajo duro y fracaso". Y agregó:
"son propensos a ser apedreados, golpeados y maltratados de diversas
maneras. Considera esto antes de involucrarte en una forma de vida tan
incómoda".
El 6 de agosto de 1777, cuarenta años después del comienzo de su movimiento metodista, John Wesley escribió una carta a un amigo, Alexander Mather, en Bristol. Mather era un predicador de confianza y fue presidente de la asociación. Wesley no escatimó esfuerzos cuando describió el problema principal de su gran movimiento espiritual:
"El
peligro de ruina para el metodismo no está aquí. Surge de un lugar muy
diferente. Nuestros predicadores, muchos de ellos, están caídos. No son
espirituales. No están vivos para Dios. Son blandos, enervados [agotados de
energía; débiles], temerosos de la vergüenza, del trabajo, de las dificultades.
Ellos no tienen el espíritu que Dios le dio a Thomas Lee en Pateley Bridge o a
usted en Boston. Dame cien predicadores que no teman nada más que al pecado y
no deseen nada más que a Dios, y no me importa un ápice si son clérigos o
laicos, solo ellos sacudirán las puertas del infierno y establecerán el reino
de los cielos en la tierra".[23]
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El líder es resiliente
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Por la tarde fui a Redruth y prediqué a una
gran congregación en una parte abierta de la calle. Mi voz era baja, pero con
el día en calma, creo que todos podían escucharme. Cuando terminó la
predicación, me sentí considerablemente más fuerte que cuando había comenzado.
Jesús: "Jesús anima a sus discípulos a ser resilientes antes de su muerte: 'En este mundo tendréis
aflicciones, pero tened ánimo, yo he vencido al mundo'".[24]
Los fariseos cuestionan a Jesús, pero eso no impide que Jesús continúe
su misión: "En verdad, en verdad os digo que el que guarda mi palabra, no
verá la muerte jamás.
Y los judíos le dijeron: Ahora sabemos que tienes un demonio. Abraham y
los profetas murieron; y vosotros decís: "El que guarda mi palabra, no
gustará la muerte jamás".
¿Eres tú mayor que nuestro padre Abraham, que murió? Y también murieron
los profetas. ¿Quién te haces ser?
Jesús respondió: "Si me glorifico a mí mismo, mi gloria no es nada;
el que me glorifica es mi Padre, de quien decís que es vuestro Dios.
Y vosotros no lo conocéis, pero yo lo conozco. Y si digo que no lo
conozco, soy un mentiroso como tú; pero yo lo conozco y cumplo su palabra.
Abraham tu padre se regocijó al ver mi día, y lo vio, y se regocijó.
Y los judíos le dijeron: ¿No tienes aún cincuenta años, y has visto a
Abraham?
Jesús les dijo: "En verdad, en verdad os digo que antes que Abraham
fuese, yo soy".
Entonces tomaron piedras para tirárselas; pero Jesús se escondió y salió
del templo, pasando por en medio de ellos, y se fue" (Juan 8:51-59).
A pesar de la persecución de los fariseos, Jesús continuó su misión:
"Y al pasar Jesús, vio a un hombre que había nacido ciego.
Y sus discípulos le preguntaron, diciendo: Rabí, ¿quién pecó, éste o sus
padres, para que naciera ciego?
Jesús respondió: "Ni él ni sus padres han pecado; pero fue para que
las obras de Dios se manifestaran en él.
Conviene que haga las obras del que me envió, mientras es de día; Llega
la noche en que nadie puede trabajar.
Mientras estoy en el mundo, soy la luz del mundo.
Dicho esto, escupió en la tierra, hizo barro con su saliva y engrasaba
los ojos del ciego con el barro.
Y él le dijo: "Ve, lávate en el estanque de Siloé (que significa el
Enviado). Fue, pues, y se lavó, y volvió, viendo" (Juan 9:1-7).
Wesley: 1/08/1753 –
Miércoles.
Dijo:
"A las dos y media de la madrugada, mi enfermedad volvió con más violencia
que nunca.
A las 2:30 a.m., mi enfermedad regresó con
más violencia que nunca. Los calambres también volvían, a veces en los pies y
las manos, a veces en los muslos, el costado y la garganta. También sentía un
malestar continuo y la sensación de tener el estómago lleno, como si estuviera
a punto de reventar. Vomité, pero apenas lo vacié todo; Ni nada de lo que tomó
causó ningún cambio. Seguí así todo el día y toda la noche siguiente; pero, a
pesar de esto, no pude dejar de notar particularmente que no tuve dolor de cabeza,
cólico ni dolor alguno (solo calambres), de principio a fin.
08/02 – Jueves. 1753
Aquí
vi de nuevo la misericordiosa providencia de Dios, poniéndome en las manos de
un hombre sensato y hábil
Encontrando que no tenía mejoría, sino que,
por el contrario, me debilitaba más y más, y mi estómago continuaba empeorando,
de modo que no podía pararme ni acostarme, excepto sobre mi lado derecho; Envié
un mensaje al señor Carter, de Redruth, quien vino a verme sin demora. Aquí vi
de nuevo la misericordiosa providencia de Dios, poniéndome en las manos de un
hombre sensato y hábil. Me aconsejó que persistiera en el mismo régimen que
estaba y no me recetó ningún medicamento, excepto una pequeña dosis de ruibarbo.
Pero incluso eso (como esperaba que sucediera) vomité de inmediato. Quedé muy
satisfecho con los mejores consejos que pude encontrar, aunque mi enfermedad
continuó tanto como antes. Pero a eso de las cinco de la tarde cesó de repente,
sin causa aparente. El calambre también desapareció, mi estómago mejoró y pude
acostarme y dormir hasta las seis de la mañana.
08/03 – Viernes. 1753
Empecé
a recuperar mis fuerzas, de modo que pude sentarme durante dos horas seguidas
Empecé a recuperar mis fuerzas, de modo que
pude sentarme durante dos horas seguidas. A partir de entonces, no sentí ningún
inconveniente, simplemente no podía hablar ni quedarme mucho tiempo sin
descansar.
08/05 – Domingo. 1753
Mi voz
era baja, pero con el día en calma, creo que todos podían escucharme
Por la tarde fui a Redruth y prediqué a una
gran congregación en una parte abierta de la calle. Mi voz era baja, pero con
el día en calma, creo que todos podían escucharme. Cuando terminó la
predicación, me sentí considerablemente más fuerte que cuando había comenzado.
08/11 – Sábado. 1753
Dejó
de llover al mediodía, y tuve la oportunidad de predicar en la plaza del
mercado
La lluvia cesó al mediodía, y tuve la
oportunidad de predicar en la plaza del mercado de Camelford. Solo vi a una
persona en la congregación que no era muy seria. Y (lo que lamenté escuchar)
era el párroco asistente de esa parroquia. Nada más salir, nos enfrentamos a
una lluvia como nunca antes habíamos visto en Europa. Pero no nos hizo ningún
daño; llegamos bien, aunque empapados, a Gennys. Todavía no había visto tanta
gente el domingo en esta iglesia; Tampoco les había hablado antes con tanta
claridad. Lo escucharon, pero ¿cuándo lo sentirán? ¡Oh! ¿Qué puede hacer un
hombre para resucitar cuerpos y almas muertas?
El 13/08 – Lunes, 1753
¿Qué
puede causar daño sin el permiso de Dios?
La lluvia cayó sobre nosotros durante todo el
camino hasta Launceston. Prediqué al mediodía, pero no estuve seco hasta la
noche. Aun así, no me resfrié. ¿Qué puede causar daño sin el permiso de Dios?
“.[25]
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El líder es impulsado por la compasión
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"Alrededor de mil cien de ellos, se nos dice,
estaban confinados en ese pequeño lugar, sin nada que depositar, excepto un
poco de paja sucia, o cualquier cosa que los cubriera, excepto unos pocos
trapos finos y sucios, de día o de noche, de modo que murieron como ovejas
podridas".[26]
"Me conmovió mucho,
y prediqué por la noche (Éxodo 23:9): 'No oprimirás al extranjero, porque
conoces el corazón del extranjero, ya que fuisteis extranjeros en la tierra de
Egipto'". [27]
"Compramos telas de lino y lana, que se
convirtieron en camisas, chalecos y pantalones cortos"
Jesús: "Y
predicaba en las sinagogas de ellos por toda Galilea, y expulsaba demonios.
Y un leproso se acercó a él, le rogó, se arrodilló
delante de él y le dijo: "Si quieres, puedes limpiarme".
Y Jesús, movido por gran compasión, extendió su mano, lo tocó y le dijo:
"Quiero, sé limpio".
Y cuando hubo dicho esto, al instante desapareció la lepra, y quedó
limpio" (Mc 1:39-42).
Wesley: En la llamada
"Guerra de los Siete Años" (1756-1763), Inglaterra y Francia libraron
una guerra. "Fue un conflicto entre Inglaterra y Francia por tierras en
América del Norte y el continente asiático. También involucró a Prusia,
Austria, Portugal y España.
La guerra se
extendió por tres continentes y se libró tanto en Europa como en América y
Asia. Por eso se considera el primer conflicto mundial".[28]
Durante la
guerra, los ingleses tomaron prisioneros franceses. Wesley fue a visitar a los
prisioneros franceses.
Ropa para los prisioneros
franceses
Wesley era sensible a las necesidades de los
excluidos y cuestionaba la situación social del pueblo. En 1759, comentó sobre
la difícil situación de los prisioneros que estaban en Knowle:
No oprimirás al extraño
"Me afectaba mucho y predicaba por la
noche"
El lunes 15 de octubre de 1759, "caminé hasta
Knowle, a una milla de Bristol,
para ver a los prisioneros franceses",[29] dijo Wesley.
El pueblo de Knowle está situado a 3 millas al
este-sureste de la ciudad de Solihull, West Midlands, Inglaterra.
"Alrededor de mil cien de ellos, se nos dice,
estaban confinados en ese pequeño lugar, sin nada que depositar, excepto un
poco de paja sucia, o cualquier cosa que los cubriera, excepto unos pocos
trapos finos y sucios, de día o de noche, de modo que murieron como ovejas
podridas".[30]
"Me conmovió mucho,
y prediqué por la noche (Éxodo 23:9): "No oprimirás al extranjero, porque
conoces el corazón del extranjero, ya que fuisteis extranjeros en la tierra de
Egipto". [31]
"Compramos telas de lino y lana, que se
convirtieron en camisas, chalecos y pantalones cortos"
Wesley fue más allá de predicar:
"Inmediatamente se contribuyeron dieciocho libras, las cuales se
compusieron de cuatro y veinte al día siguiente. Con eso, compramos telas de
lino y lana, que se convirtieron en camisas, chalecos y pantalones cortos. Se
agregaron alrededor de una docena de calcetines; todo lo cual se distribuyó
cuidadosamente donde había mayor necesidad". [32]
"Poco después, la Corporación Bristol envió una
gran cantidad de colchones y mantas"
Y Wesley fue más allá. "Poco después, la
Corporación Bristol envió una gran cantidad de colchones y mantas. Y no pasó
mucho tiempo antes de que las contribuciones se establecieran en Londres y en
varias partes del reino; de modo que creo que desde este tiempo estuvieron muy
bien provistos de todo lo necesario para la vida".[33]
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El
líder tiene intimidad con el Padre
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Wesley "se levantaba a las 4 a.m. todos los
días para buscar a Dios durante las primeras cuatro horas del día. En sus
últimos años, Wesley era conocido por pasar hasta 8 horas en oración
Jesús: "Jesús habló estas cosas, y
alzó sus ojos al cielo, y dijo: Padre, ha llegado la hora;
glorifica a tu Hijo, para que también tu Hijo te glorifique a ti, así como le
diste potestad sobre toda carne, para que dé vida eterna a todos los que tú le
diste. Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero,
y a Jesucristo, a quien has enviado. Te he glorificado en la tierra,
habiendo terminado la obra que me diste que hiciera. Y ahora glorifícame,
oh Padre, con la gloria que tuve contigo antes que el mundo fuese. He dado a
conocer tu nombre a los hombres que me has dado del mundo; Eran tuyos, y me los
diste, y guardaron tu palabra. Y
han sabido que todo lo que me has dado es de ti, porque yo les he dado
las palabras que tú me has dado, y las
han recibido, y han sabido verdaderamente que yo salí de ti, y creí que tú me
enviaste. Rezo por ellos; No ruego por el mundo, sino por los que me has
dado, porque son tuyos. Y todas
mis cosas son tuyas, y tus cosas son mías; y en esto soy glorificado"
(Juan 17:1-10).
Wesley: Wesley "se levantaba a las 4 a.m. todos los días para buscar a Dios durante las primeras cuatro horas del día. En sus últimos años, Wesley era conocido por pasar hasta 8 horas en oración.[34]
En 1733, Wesley publicó: "Colección de Formas de Oración". Dice: "Hablé explícitamente de entregar mi corazón y mi vida totalmente a Dios. Esta era entonces, como lo es ahora, mi idea de perfección".[35]
"La oración", dijo Wesley, "es el
gran medio de acercarse a Dios" (Carta a la señorita March, 29-3-1760); es
'el aliento de nuestra vida espiritual' (Notas del Nuevo Testamento, I
Tesalonicenses 5:16)".[36]
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El líder usa la sabiduría en asuntos difíciles
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Una multitud de personas se reunió a las cinco y
estuvo muy callada hasta que nombré mi texto". [37]
Entonces hubo una reacción de algunas personas en
contra de la predicación de Wesley.
"Las bestias del pueblo alzaron sus voces, alucinando y gritando
por todos lados",[38]
dijo Wesley.
No fue posible atrapar
este ambiente hostil. Wesley dijo: "Encontrando imposible ser escuchado,
me di la vuelta gentilmente. Un séquito innumerable me siguió; Pero solo se
lanzaron algunas piedras de guijarros y nadie resultó herido
Jesús: "Jesús regresó al Monte de los Olivos, pero a
la mañana siguiente estaba de nuevo en el templo. Pronto se reunió una
multitud, y él se sentó y les enseñó. Entonces los escribas y los
fariseos le trajeron a una mujer sorprendida en adulterio y la pusieron delante
de la multitud.
"Maestro,
esta mujer ha sido sorprendida en el acto de adulterio", le dijeron a
Jesús. 5 »La ley de Moisés ordena que sea apedreada. ¿Qué
dices?
Trataron
de atraparlo haciéndole decir algo que pudieran usar en su contra. Jesús, sin
embargo, simplemente se inclinó y comenzó a escribir con el dedo en el
suelo. Ellos seguían exigiendo una respuesta, así que él se levantó y
dijo: "El que de ti no haya pecado que tire la primera piedra".
Luego se inclinó de nuevo y volvió a escribir en la tierra.
Al oír
esto, salieron uno por uno, empezando por los más viejos, hasta que solo
quedaron Jesús y la mujer entre la multitud. 1Entonces Jesús se levantó
otra vez y dijo a la mujer: —¿Dónde están tus acusadores? ¿Ninguno de ellos la
condenó?
"No,
Señor", respondió ella.
Y Jesús dijo: "Yo tampoco la condeno. Vete y no peques más"
(Juan 8:1-11)
Wesley: El martes 27 de marzo de 1764, Wesley y algunos compañeros fueron a
Derby.
Wesley dijo: "El señor Dobinson creía que sería
mejor para mí predicar en la plaza del mercado, porque parecía haber una
inclinación general en la ciudad, incluso entre la gente elegante, a
escucharme. Se lo había comentado al alcalde, quien le dijo que no se daba
cuenta de que iba a haber el menor disturbio; Pero si existiera tal cosa, se
habría cuidado de suprimirla. Una multitud de personas se reunió a las cinco y
estuvo muy callada hasta que nombré mi texto". [39]
Entonces hubo una reacción de algunas personas en
contra de la predicación de Wesley.
"Las bestias del pueblo alzaron sus voces, alucinando y gritando
por todos lados",[40]
dijo Wesley.
No fue posible atrapar este ambiente hostil. Wesley
dijo: "Encontrando imposible ser escuchado, me di la vuelta gentilmente.
Un séquito innumerable me siguió; Pero solo se lanzaron algunas piedras de
guijarros y nadie resultó herido. La mayor parte de la chusma se fue a la casa
del señor D; pero parece, sin ninguna pretensión de malicia; porque se
detuvieron como una hora, y luego se fueron en silencio".[41]
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El líder valora y da confianza a los
subordinados
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El
caballero Sir Robert Peel era muy aficionado a los metodistas y frecuentaba las
capillas. Una vez invitó a Wesley a desayunar con él durante una conferencia en
Lancashire. "Wesley prometió hacerlo con la condición de que pudiera
llevar a algunos de sus hijos con él. A la hora señalada, se presentó
acompañado de treinta y seis de sus predicadores itinerantes"
Jesús: "Si me amáis, guardaréis mis mandamientos. Y yo rogaré al Padre, y
él os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: es el
Espíritu de verdad, a quien el mundo no puede recibir, porque no lo ve ni lo
conoce. Vosotros lo conocéis, porque él habita con vosotros y estará en
vosotros. No permitiré que queden huérfanos; Volveré a ti (Juan 14:15-18).
Wesley: Wesley valora a los predicadores metodistas y
siempre los honró.
El
caballero Sir Robert Peel era muy aficionado a los metodistas y frecuentaba las
capillas. Una vez invitó a Wesley a desayunar con él durante una conferencia en
Lancashire. "Wesley prometió hacerlo con la condición de que pudiera
llevar a algunos de sus hijos con él. A la hora señalada, se presentó
acompañado de treinta y seis de sus predicadores itinerantes".
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El líder prepara al liderazgo para que la
misión continúe
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En 1784, Wesley hizo
provisión para el gobierno del metodismo después de su muerte a través de la
Conferencia Anual del Pueblo llamada Metodistas. Nombró a 100 personas y las
declaró sus miembros y estableció el método por el cual sus sucesores debían
ser nombrados
Jesús: "Jesús subió a un monte,
llamó a los que quiso, y vinieron a él. Luego escogió a doce hombres para que
se quedaran con él y fueran enviados a predicar el evangelio. A estos doce los
llamó apóstoles. Se les dio autoridad para expulsar demonios. Los
doce eran estos: Simón, a quien Jesús llamó Pedro; Santiago y Juan, hijos
de Zebedeo (a éstos les dio el nombre de Boanerges, que significa "Hijos
del Trueno"); Andrés, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Jacobo hijo
de Alfeo; Tadeo, Simão, el nacionalista; y Judas Iscariote, que
entregó a Jesús" (Marcos 3:13-19)
Wesley: En 1773, John Wesley nombró a John William Fletcher para ser su sucesor, sin
embargo, Fletcher falleció antes que Wesley.
En 1784, Wesley
hizo provisión para el gobierno del metodismo después de su muerte a través de la
Conferencia Anual del Pueblo llamada Metodistas. Nombró a 100 personas y
las declaró sus miembros y estableció el método por el cual sus sucesores
debían ser nombrados.[42]
===============================
El liderazgo del líder es de servicio
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En Bristol, el 11 de septiembre de 1789:
"Ruego, por tanto, hermanos míos, por el amor de Dios; Por amor a mí, tu
viejo y casi cansado sirviente
Jesús: "Porque
el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su
vida en rescate por muchos" (Marcos 10:45).
Wesley: En Bristol, el
11 de septiembre de 1789: "Ruego, por tanto, hermanos míos, por el amor de
Dios; por amor a mí, tu viejo y casi cansado sirviente. [43]
Wesley dijo además: "Un predicador del Evangelio es el servidor de
todos". [44]
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El líder tiene un
carácter incuestionable
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Tan pronto como me encontré en medio de
ellos, pedí una silla y me subí a ella, preguntando: "¿Qué quiere alguno
de ustedes de mí?" «¡Queremos que vayas con nosotros al juez!», decían
algunos, «yo respondí: «Lo haré de todo corazón», y luego pronuncié algunas
palabras que Dios ha aplicado; Entonces gritaron con fuerza y autoridad:
"¡El caballero es un hombre honrado, y derramaremos nuestra sangre en su
defensa!"
Jesús: "Y
aconteció que cuando Jesús terminó este discurso, la multitud se asombró de su
enseñanza;
Porque les enseñó que tenían autoridad; y no como los escribas"
(Mateo 7:28-29).
Wesley: 20/10/1743 –
Jueves.
Wesley escribió en su diario:
"Creo que todos los presentes sintieron el poder de Dios; y ninguna
criatura se ofreció a molestarnos,
Después de predicar a una pequeña y atenta congregación en Birmingham,
me dirigí a Wednesbury. Al mediodía prediqué en un terreno cerca del centro de
la ciudad a una congregación mucho más grande de lo que se esperaba, sobre
"Jesucristo es el mismo ayer, hoy y por los siglos". Creo que todos
los presentes sintieron el poder de Dios; y ninguna criatura se ofreció a
molestarnos, ni a la venida ni al regreso, sino que el Señor luchó por nosotros
y mantuvimos la paz.
Oramos para que Dios los
dispersara
Estaba escribiendo en la casa de Francis Ward por la tarde cuando se
escuchó un grito que decía que la turba había atacado la casa. Rogamos a Dios
que los dispersara, y así sucedió, uno se fue por aquí y el otro por el otro, y
en media hora no quedó nadie. Dijo a nuestros hermanos: "Ahora es el
momento de que nos vayamos"; Pero me presionaron excesivamente para que me
quedara. Así que, para no hacerles daño, me quedé; aunque ya previó lo que
sucedería.
Antes de las cinco, la
muchedumbre rodeó de nuevo la casa, en mayor número que antes. El grito de uno
y de todos los demás era: "¡Saquen al ministro, queremos al
ministro!"
Después de una conversación entre
nosotros, el león se convirtió en cordero
Después de una conversación entre nosotros, el león se convirtió en
cordero. Así que le pedí que fuera allí y trajera uno o dos de los más locos.
Trajo a otros dos que estaban dispuestos a tragarse la tierra con ira, pero a
los dos minutos estaban tan tranquilos como él. Así que les ordené que
despejaran el camino para que yo pudiera salir entre la gente.
"¡El caballero es un hombre
honesto y derramaremos nuestra sangre en su defensa!"
Tan pronto como me encontré en medio de ellos, pedí una silla y me subí
a ella, preguntando: "¿Qué quiere alguno de ustedes de mí?"
«¡Queremos que vayas con nosotros al juez!», decían algunos, «yo respondí: «Lo
haré de todo corazón», y luego pronuncié algunas palabras que Dios ha aplicado;
Entonces gritaron con fuerza y autoridad: "¡El caballero es un hombre
honrado, y derramaremos nuestra sangre en su defensa!" Le pregunté:
«¿Podemos ir al juez esta noche o por la mañana?» — La mayoría de ellos gritó:
«¡Esta noche, esta noche!», así que seguí adelante y doscientos o trescientos
me siguieron, los demás regresaron al lugar de donde habían venido.
—¿Y qué tengo yo que ver con el
señor Wesley?
La noche llegó antes de que hubiéramos caminado una milla, bajo una
fuerte lluvia. En cualquier caso, fuimos a Bentley Hall, a dos millas de
Wednesbury. Un par de personas corrieron a decirle al señor Lane que habían
llevado al señor Wesley ante Su Excelencia. A lo que el señor Lane respondió:
"¿Y qué tengo yo que ver con el señor Wesley? ¡Ve y llévatelo de
vuelta!" Mientras tanto, el líder del grupo se acercó y comenzó a llamar a
la puerta. Un criado le dijo que el señor Lane estaba en la cama; cuando apareció
su hijo y preguntó cuál era el problema.
¿Y qué nos aconseja Vuestra
Excelencia que hagamos?" — "Que nos vayamos a vuestras casas"
Alguien respondió: "¿No te desagrada que canten salmos todo el día;
¿Más que eso, para que la gente se levante a las cinco de la mañana? ¿Y qué nos
aconseja Vuestra Excelencia que hagamos?... —Que vayamos a sus casas —dijo el
señor Lane— y que nos quedemos callados. Allí estaban completamente indefensos,
hasta que alguien les aconsejó que fueran a la casa del magistrado Perse, en
Walsal.
Acordaron que lo mejor que podían
hacer era regresar a sus hogares
Todos estuvieron de acuerdo, así que corrimos allí y, alrededor de las
siete, llegamos a su casa. Sin embargo, el Sr. Perse también envió un mensaje
de que estaba acostado. Ahora estaban de nuevo en un callejón sin salida, pero
finalmente todos estuvieron de acuerdo en que lo mejor que podían hacer era
volver a sus casas. Unos cincuenta de ellos accedieron a escoltarme.
La turba de Walsal llegó,
entrando como una inundación, despejando el camino y lanzándose ante ellos. El
populacho de Darlaston se defendió como pudo
Pero no había andado ni cien yardas cuando llegó la turba de Walsal, que
se precipitó como una inundación, se abrió paso y se arrojó ante ellos. La
turba de Darlaston se defendió lo mejor que pudo, pero estaban cansados tanto
como superados en número, por lo que en poco tiempo muchos fueron derribados y
el resto huyó, y me dejó atrás en manos de la multitud. Tratar de hablar fue en
vano, porque el ruido de todos lados era como el rugido del mar.
Traté de entrar, pero un hombre,
agarrándome por el cabello, me puso de nuevo en medio de la multitud. No se
detuvieron hasta que me llevaron, a través de la calle principal, de un lado a
otro de la ciudad
Luego me arrastraron todo el camino hasta que llegamos a la ciudad,
donde, al ver abierta la puerta de una casa grande, traté de entrar, pero un
hombre, tomándome por los cabellos, me puso de nuevo en medio de la multitud.
No se detuvieron hasta que me llevaron, a través de la calle principal, de un
lado a otro de la ciudad. Seguí hablando todo el tiempo para que los que
estaban alrededor me escucharan, sin sentir dolor ni fatiga. Al final de la
parte occidental, al ver una puerta entreabierta, traté de entrar por ella, y
lo habría logrado si un caballero de la tienda no me hubiera detenido, diciendo
que iban a tirar la casa hasta el suelo. De todos modos, me paré en la puerta y
pregunté:
—¿Estás listo para oírme hablar?
"¡No, no! ¡Te vuela los sesos!
—¿Estás listo para oírme hablar? "¡No, no! ¡Te vuela los sesos!
Derribadlo, mátenlo inmediatamente", gritaron muchos, "¡No, pero lo
escucharemos primero!", dijeron otros. Y yo empecé a decir: "¿Qué mal
he hecho? ¿A cuál de vosotros he maltratado de palabra o de obra? —y seguí
hablando durante un cuarto de hora, hasta que de repente se me quebró la voz.
Entonces el diluvio comenzó a alzar su voz de nuevo, y muchos gritaban:
"¡Sáquenlo! ¡Sáquenlo!"
Mientras tanto, mis fuerzas y mi
voz regresaron, y rompí a orar en voz alta. Y entonces el hombre que acababa de
guiar a la muchedumbre se volvió y dijo: "Señor, daré mi vida por ti.
Sígueme y nadie de aquí tocará un pelo de tu cabeza.
Mientras tanto, mis fuerzas y mi voz regresaron, y rompí a orar en voz
alta. Y entonces el hombre que acababa de guiar a la muchedumbre se volvió y
dijo: "Señor, daré mi vida por ti. Sígueme y nadie de aquí tocará un pelo
de tu cabeza. Dos o tres de sus camaradas confirmaron sus palabras y se
acercaron a mí de inmediato. En ese mismo momento, el caballero de la tienda
gritó:
"¡Qué vergüenza! ¡Qué pena!
¡Déjalo ir!" Un carnicero honesto, que estaba un poco distante, dijo que
era una vergüenza que actuaran así, e hizo retroceder a cuatro o cinco, uno
tras otro, que estaban actuando de manera más violenta.
"¡Qué vergüenza! ¡Qué pena!
¡Déjalo ir!" Un carnicero honesto, que estaba un poco distante, dijo que
era una vergüenza que actuaran así, e hizo retroceder a cuatro o cinco, uno
tras otro, que estaban actuando de manera más violenta. Entonces, la gente,
como si hubiera llegado a un consenso, se alejó a derecha e izquierda, mientras
tres o cuatro me levantaban y me llevaban en medio de ellos. Pero en el puente
la muchedumbre se congregó de nuevo; Fuimos en una dirección, sobre la presa y
de allí a través de la pradera, hasta que, poco antes de las diez,
Dios me llevó sano y salvo a
Wednesbury. Solo había perdido la solapa de mi abrigo y algo de piel de mis
manos
Dios me llevó sano y salvo a Wednesbury. Solo había perdido la solapa de
mi abrigo y algo de piel de mis manos. Nunca antes había visto tal secuencia de
providencias, tantas pruebas convincentes de que la mano de Dios está sobre
cada persona y cosa e interviene en todo lo que le parece bueno. [45]
===============================
[2]
https://revistas.faculdadeadventista.edu.br/teologia/article/view/25
[3]
https://revistas.faculdadeadventista.edu.br/teologia/article/view/25
[4]
WESLEY, João. Extractos del Diario de Juan Wesley. Ibídem, p.108-9.
[5]https://www.visionofbritain.org.uk/travellers/J_Wesley/11
[6]
https://www.visionofbritain.org.uk/travellers/J_Wesley/13
[7] Ídem.
[8]
HEITZENHATER, Richard P., Wesley y la gente
llamada metodista, Editeo-Pastoral Bennett, 1996, 230.
[9]
http://www.seedbed.com/john-wesleys-12-rules-for-preachers/
http://betweenthetimes.com/index.php/2012/09/26/john-wesleys-twelve-rules-for-preachers/
https://churchleaderinsights.com/twelve-rules-for-preachers-from-john-wesley/
[13]
Diario de Juan Wesley, el padre del metodismo (1735-1791). Angular Editora,
2017.
[14]
http://www.seedbed.com/john-wesleys-12-rules-for-preachers/
http://betweenthetimes.com/index.php/2012/09/26/john-wesleys-twelve-rules-for-preachers/
https://churchleaderinsights.com/twelve-rules-for-preachers-from-john-wesley/
[15] En 1767, los
predicadores contribuían con un total de unas 50 libras anuales al Fondo de
Predicadores (Heitzenhater, Richard P., Wesley and the
People Called Methodists, p. 234).
[16] Ibídem, p.272.
[17] Explicación
clara de la perfección cristiana, ibíd., p.41.
[18] Wesley comentó así sobre esta Conferencia: "El
lunes 25 de junio de 1744, comenzamos la primera Conferencia, con seis clérigos
y todos nuestros predicadores presentes. A la mañana siguiente consideramos
seriamente la doctrina de la santificación o perfección cristiana" (Clear Explanation of Christian Perfection, ibid., p.41).
[19] La Conferencia, que se reunió en la capilla de una
antigua fundición, fue precedida el día anterior por un solemne servicio de
comunión, y en la mañana del día de apertura por un sermón de Charles Wesley
(LILIEVRE, Mateo, Ibidem, pp. 139-0).
[20] Ibídem. Pág. 140.
[21] Ídem.
[22]https://peopleneedjesus.net/2015/06/19/seven-things-john-wesley-expected-every-methodist-preacher-to-do-for-kids/
[23]
https://www.facebook.com/story.php/?story_fbid=10232849091950448&id=1258608342&_rdr
[24]https://wearetearfund.org/
artículo/Cómo-construimos-la-resiliencia-en-tiempos-difíciles/
[25]
O-Diario-de-John-Wesley_-O-pai-John-Wesley.pdf. Angular Editora, 2017.
[26]
WESLEY, João. Extractos del Diario de Juan Wesley. Ibídem, p.108-9.
[27]https://www.visionofbritain.org.uk/travellers/J_Wesley/11
[28]https://www.todamateria.com.br/guerra-dos-sete-anos/
[29]
WESLEY, João. Extractos del Diario de Juan Wesley. São Paulo: Methodist Press,
1965, p.108-9.
[30]
WESLEY, João. Extractos del Diario de Juan Wesley. Ibídem, p.108-9.
[31]https://www.visionofbritain.org.uk/travellers/J_Wesley/11
[32]
WESLEY, João. Extractos del Diario de Juan Wesley. Ibídem, p.108-9.
[33]
WESLEY, João. Extractos del Diario de Juan Wesley. Ibídem, p.108-9.
[34]
http://micahcobb.com/blog/john-wesleys-prayer-life/
[35]
Ídem.
[36]
https://www.moumethodist.org/newsdetailnewsdetail/wesley-on-prayer-11672059
[37]
https://www.visionofbritain.org.uk/travellers/J_Wesley/13
[38] Ídem.
[39]
https://www.visionofbritain.org.uk/travellers/J_Wesley/13
[40] Ídem.
[41] Ídem.
[42]
https://en.wikipedia.org/wiki/List_of_presidents_of_the_Methodist_Conference
[43]
Diario de Juan Wesley, el padre del metodismo (1735-1791). Angular Editora,
2017.
[44]
http://www.seedbed.com/john-wesleys-12-rules-for-preachers/
http://betweenthetimes.com/index.php/2012/09/26/john-wesleys-twelve-rules-for-preachers/
https://churchleaderinsights.com/twelve-rules-for-preachers-from-john-wesley/
[45]
Diario de Juan Wesley, el padre del metodismo (1735-1791). Angular Editora,
2017.
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